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Todos hemos escuchado historias de personas que ganan millones y aún así se quedan sin dinero. ¿Cómo es posible? La respuesta radica en que tener un alto ingreso no es sinónimo de salud financiera. La verdadera riqueza se encuentra en la gestión inteligente del dinero.
Exploraremos por qué un salario elevado no garantiza la tranquilidad económica y te proporcionaremos herramientas y consejos prácticos para mejorar tu situación financiera.
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El mito del ingreso alto como solución definitiva
Es fácil caer en la creencia de que ganar más dinero resuelve automáticamente los problemas financieros. Sin embargo, existen varias razones por las cuales esto no siempre es cierto:
Aumento del estilo de vida (Lifestyle Inflation), a medida que aumentan los ingresos, muchas personas tienden a gastar más, esto significa que, aunque ganen más dinero, sus gastos también se incrementan, dejando poco margen para el ahorro o la inversión.
Falta de planificación financiera, tener más dinero no significa saber manejarlo mejor sin un plan financiero claro, es fácil caer en deudas, gastos innecesarios o inversiones poco acertadas.
Dependencia de ingresos inestables, aquellos con ingresos variables o basados en comisiones pueden experimentar picos de ganancias, pero también períodos de baja, lo que afecta su estabilidad financiera a largo plazo.
Endeudamiento excesivo, a pesar de tener mayores ingresos, muchas personas continúan endeudándose, ya sea con tarjetas de crédito, préstamos personales o hipotecas dichos compromisos financieros pueden terminar siendo una carga significativa.
Pasos para superar problemas financieros según la CONDUSEF (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros)
La mayoría de los mexicanos (60%) carecen de un fondo de ahorros para imprevistos, lo que los deja vulnerables ante cualquier situación inesperada. Para evitar problemas financieros, es fundamental tomar medidas preventivas, por ello, CONDUSEF promueve una serie de prácticas financieras que pueden ayudar a cualquier persona, sin importar su nivel de ingresos, a manejar mejor su dinero y superar las dificultades financieras:
Elaborar un presupuesto
Crear un presupuesto es uno de los pasos más importantes para el control financiero. Este debe incluir todos los ingresos y egresos, y servir como una guía para asegurarse de no gastar más de lo que se gana.
Registra todos tus ingresos y gastos durante un mes. Analiza dónde puedes recortar gastos y destina una parte de tus ingresos al ahorro.
Evitar el sobreendeudamiento
El crédito puede ser una herramienta útil si se maneja correctamente, pero endeudarse más allá de lo que se puede pagar genera problemas serios. La Condusef recomienda no comprometer más del 30% de los ingresos en deudas.
Revisa todas tus deudas y determina si es posible consolidarlas o renegociar los plazos para facilitar los pagos. Evite solicitar créditos adicionales hasta haber liquidado las deudas existentes.
Fomentar el hábito del ahorro
El ahorro es fundamental para tener estabilidad financiera a largo plazo. La Condusef sugiere ahorrar entre el 10% y el 15% de los ingresos mensuales.
Establece una cuenta de ahorro exclusiva y programa transferencias automáticas para asegurarte de apartar esa cantidad sin falta.
Crear un fondo de emergencia
Un fondo de emergencia te permite estar preparado para afrontar gastos imprevistos sin necesidad de recurrir a deudas. Este fondo debe ser equivalente a entre 3 y 6 meses de tus gastos fijos.
Si aún no tienes un fondo de emergencia, comienza ahorrando pequeñas cantidades de manera regular hasta alcanzar la meta deseada.
Inversiones inteligentes
No es suficiente con ahorrar, también es necesario hacer crecer el dinero. Invertir de manera responsable puede generar rendimientos importantes a largo plazo.
Infórmate sobre diferentes instrumentos de inversión (como Cetes, fondos de inversión, o bienes raíces) y selecciona el que mejor se adapta a tu perfil financiero y tolerancia al riesgo.
A menudo asociamos la felicidad con el dinero, pero la realidad es que la verdadera felicidad proviene de la tranquilidad y la seguridad financiera. Al lograr una buena salud financiera, podemos liberarnos del estrés y la preocupación constante por el dinero, permitiéndonos disfrutar de las cosas verdaderamente importantes de la vida. Invertir en nuestra educación financiera es invertir en nuestra felicidad a largo plazo
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